Mariangel Quintero Abi Samra, Abi MUA para las artes, pinta infancias dispuestas por adultes con rasgos que remiten a lo siniestro, niñeces expuestas. En algunos casos niñes que interpelan a un espectador, que se saben mirades, en escenas íntimas, y a pesar de sus cortas edades, llevando a cabo acciones culturales, adquiridas: disfraces, escenas de toilette, de juego, rostros con estrés, otros con angustia. Expresiones que aún no se saben disimular. Infancias con matices que no buscan despertar ternura, a pesar de las paletas de colores vivos. Referencias al arte más clásico y elevado como una huella de que siempre, al momento de mirar a les más pequeñes, podemos acceder a todo aquello que ya les ha sido inoculado del mundo adulto.   

¿Cuándo empezaste a pintar o a dibujar?

Formalmente, de práctica constante, hace dos años y medio, acá en el taller. Empecé a venir. Venía mucho a casa de Jano -donde se ubica el taller de Ana Clara Soler-, es muy cerca de mi trabajo; iba a empezar a estudiar en la UNA Artes Visuales, pero quería otra cosa que sabía que la universidad no me la iba a dar. Es academia, he tenido una buena experiencia, pero un poco las materias nos muestran lo que ha hecho el eurocentrismo con nosotros. Aprendes pintura, especialidades muy arrimadas a ese eurocentrismo: vender tu obra, ser artista, pero he aprendido un montón de historia. Quería tener un acercamiento distinto a lo que me podía dar Pintura 1, Pintura 2. Acá es hablar a lo largo del proceso de hacer nuestras obras, de Ana también que junta a la gente, de todos los que vienen al taller. Somos el grupo que sobrevivió a la pandemia. 

En este caso, mi trabajo acá expuesto fue un estudio, son trabajos que empecé a hacer en pandemia, empecé a hacer bebés. Una vez, hablando con una amigo decíamos eso de que al hacerlos, soy como la mamá, medio freudiana toda esta cuestión.

¿Te sentís madre de los bebé que pintás?

Tengo un apego al menos. Me identifico. Cosas con las que tengo empatía, las voy pintando.

En muchas obras los bebés están mirando, interpelando ¿quizás al espectador? 

Si, algunos son concientes de que el momento está siendo registrado, está la mirada del otro.  

Qué sucede en tu obra Vacío

Respecto a esa obra, siento que está mostrando. Como que hay otra persona.

Y eso que le cuelga, que es de donde cuelgan los muñecos en los supermercados, les es propio?

Sí, pero está puesto, no es parte de… quizás fue adquirida. Le atribuyo el nombre Vacío porque a pesar de que hay esta determinante acción de mostrar su interior, con la necesidad de sacarse todo, sigue siendo una fachada para el otro y no un interior real. Es una batalla personal. Es una imposición, tratando de despojarse de sí misma.

¿Como la niña que dibuja?

Siento que hay una frente con angustia, está dibujando, está estresada, tendrá como siete años. Es increíble lo que puede estar pasando a tan temprana edad. Esa es mi idea, tiene que ver con una adultez. Mostrar una cosa que no es propia de esa edad, donde hay una presión externa, demostrando que se nos enseña de a poco a naturalizar sentimientos que no nos hacen bien, pero aprendemos de cierta forma que los necesitamos en la vida adulta, que necesitamos dolor y angustia. De esa manera perpetuamos esa idea en nuestra vida.

Respecto al personaje con cabeza de rana…

Creo que es algo que es y que no es…Esconderse. A veces estamos tan faking una realidad a tal punto que te la estás creyendo. Es de las cosas que ocultan. Son personajes, a diferencia de las nenas. A los seis, siete años tienes otra mentalidad, ya viste cosas raras del mundo, viste actitudes, escenarios con gente más grande, viste cómo funciona el mundo un poquito.

¿Por qué el vestido roto?

Partamos de la base que todas las refes existen.

¿Son a partir de fotos reales?

Sí, son casi todas memes. Cambia el tono muchísimo cuando lo pinto, le da otra apreciación. Una de las obras es de Fisher Price, está puesto. Pero de repente tiene otra narrativa. 

¿Y la escena de baño en rosa? ¿La sacaste de Instagram?

De Pinterest, Google, hago muchas búsquedas.

¿Vinculadas a Infancias?

Sí, busqué mucho también vinculado a ansiedad por separación. Cuando ya el bebé llora si no tiene a su mamá cerca, esas primeras angustias que pasamos y que estás llorando, sientes las cosas como son, como quieres, como realmente sale, sin tener que guardar nada.

Como si estos mismos personajes al apenas crecer ya saben que están guardando un poquito algo…

Ya sí, encierra un poco el enjuiciar las enseñanzas. Es también hablar mucho de los entornos familiares. No ver esas cosas como correctas siempre, saber que son correctas para cierta subjetividad, no para todos.

Por otro lado pintaste una referencia muy clara a Velázquez, pero a su vez es una infancia…

Son todas infancias, y para mí es ver una de las primeras cosas retratadas de esta manera. Es Velázquez que retrataba a la realeza española, la retrató casi toda su vida; está posando, puesta, como que no es así en su realidad. Ver ese tiempo, y que hay una mirada puesta en ti desde tan pequeña edad, me parece todo muy literal y pictórico. Lo primero que rescato de eso es que estoy haciendo mucha técnica de la mancha y por eso estuve recreando mucho Velázquez.

Para mí, hoy como adulta es tomar conciencia de muchos temas que ahora veo. Una perspectiva de todas esas cosas que no son yo y que las veo con humor. No quiero que se vea triste, por eso ayuda y me gusta que sea todo colorido. También así se representa mucho la niñez, todo colorido, como los libros de niños; eso también me parece que es una imposición muy grande.

Pensando en esto que me decías de que tomás imágenes que ya existen, respecto al bebito con pepinos en los ojos…    

Pensemos que es una sesión de fotos que le hicieron un par de adultos a un bebé, lo vistieron con toallas, en una silla. Y por otro lado junto al cuadro del niño frente a una computadora de juguete, veo niños haciendo cosas que harían en su adultez, no es propio de una niñez. De hecho que te pongan a jugar con una compu, un arma…también está puesto. 

De hecho el niño con la compu forma parte de una idea para colaborar con una persona que hace music, y así veía esa canción que había hecho. 

O sea que esa obra la hiciste a pedido

No esta, quedó otra.

Qué pasa con los niños que lloran 

Es lo primero que hice, al principio no los pintaba, los dibujaba.

¿Por qué ese motivo?

No quería hacer rostros relajados, poses… y me llamaron mucho la atención las arrugas que se te hacen cuando lloras, al encontrar referencias me resultaban más interesantes, más demostrativas. Hay mucha más expresión. Se nota que estás viviendo más la emoción cuando no estás tratando de ocultar lo que estás sintiendo, no sabes qué cosas están mal y qué cosas están bien. Quería apreciar esas cosas, hice una serie de dibujos. Después me empecé a dar cuenta de que la gente le toma fotos…sin su consentimiento, son niños todavía, no saben bien del mundo. Subir estas imágenes, ponerlas en internet. Después me doy cuenta que yo estaría haciendo un plagio de imagen, de identidad, pero ya no lucen así. Uno luce niño durante un tiempo determinado de su vida, después cambias y te quedas con cierto rostro, tamaño, pero siempre inicias así: pequeño, no eres consciente de muchas cosas, no has aprendido muchas otras. Ser ingenuo, yo también soy torpe y me gustan esas cosas, como que trato de decir también eso: en muchos aspectos todavía me siento ingenua, todavía vivo primeras veces. Estoy haciendo ahora un niño que está trabajando en un call center, está haciendo su primer llamado y está muy nervioso, hay niños atrás haciendo la misma labor. Es para mi, eso: vivimos un poco a ciegas en la vida, todavía podemos ser quienes no han aprendido, o desaprender, volver a vivirlas, cagarla un poco, tener errores. La niñez está llena de errores, por eso te das cuenta de cosas y te vuelves más precavido con otras. Creo que quería plasmar eso. Es divertido, es pintar. Algo que te ponen a hacer de tarea de niño. Es un juego, un ritual, lo sigo haciendo y por eso es tan importante, es instintiva la niñez. 

¿Y el cupido en ese cielo tan oscuro?

Hice mucha figura fondo este año, hice mucho Rembrandt, hice muchas cosas para ver cómo resolvería. Me gusta mucho la mancha, estoy haciendo mucho eso. Y Cupido es un ángel, que es niño, niñe, un bebé, no sabes si crece, está la mitología, el género. A algunos ángeles no se les muestra sus genitales. Para mí es otra mirada, igual que Velázquez, ver eso en la actualidad. Y no tomarmelo tan en serio tampoco. Esas cosas que han perdido significado, la solemnidad con la que se lo creó. Devoción… Es solamente ver la particularidad de una niñez representada. Quería darle mi mirada.

Para conocer más del trabajo de Abi Mua podés acceder mediante: fb: Abi MUA Ig:@abimua

Sobre El Autor

Nació en 1986, rata porteña del sur de la ciudad. Trabaja desde hace doce años en Museo Nacional de Bellas Artes, en la actualidad como educadora. Es profesora de teatro y se forma como Docente en Lengua y Literatura.

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