WIND RIVER

Uno de los mitos fundacionales del western fue la conquista de la tierra que se expandía y uno podía leer en esa inmensidad la palabra libertad grabada a fuego y fierro.

Hoy esas tierras son lugares donde flamean banderas rasgadas y descoloridas, como el esqueleto que dejó la carroña tras su paso, ambientes decorados por el abandono.

Donde antes se leía libertad, hoy se lee ausencia.

En esa tierra tan hermosa como amenazante, lo que no cambió es que la supervivencia y la justicia quedan-principalmente- en mano propia.

Cory Lambert, interpretado por Jeremy Renner, empieza la película matando a un lobo que amenazaba un rebaño de ovejas. Desde el primer momento queda claro que él es el protector. En la búsqueda de un grupo de pumas, se interna en la reserva Wind River y encuentra, lejos de cualquier rastro de civilización, el cuerpo de una chica nativo americana, que reconoce como una de las mejores amigas de su hija, muerta años atrás en una situación muy similar.

Como el crimen ocurrió dentro de la Reserva, la policía tribal es quien debe acudir justicia junto con el FBI. La investigación es conducida por el jefe protagonizado por Graham Greene, y la agente del FBI Banner, que no duda en solicitar la ayuda de alguien con conocimiento del área: Lambert.

Al ir a una caravana destrozada donde viven unos dealers, Banner pregunta por refuerzos al jefe, quien, acostumbrado a no contar con ayuda, resume gran parte de la película en una frase:

“En esta tierra, estás por la tuya”

No se refiere solamente a que el equipo de la policía tribal es escaso e insuficiente. Habla de que la supervivencia en esos pagos radica en la mano propia. Tanto para ellos, como para los residentes de la zona, habitantes dejados de lado por el Estado, y que luchan entre ellos para dejar de ser carroña, y para los que la cárcel se convierte en algo parecido en un hotel.

Los límites y la autoridad son difusos. Nadie parece saber quién esta en control, si el FBI, la policía tribal, la seguridad privada o la naturaleza. La respuesta parece ser que nadie está en control, algo que se confirma cuando se desata un tiroteo del que Peckinpah estaría orgulloso -y hasta celoso, imagino-.

Es interesante a su vez, la manera en que el film explora el duelo y el dolor masculino tanto en el personaje de Renner y el padre de la chica asesinada. Los diálogos entre ellos, quizás expresan demasiado «bien» u orquestado lo que quieren decir, pero cuya poesía se sustenta por la belleza que aporta.

“Me gustaría decirte que se hace más fácil. No lo hace.”

Por el otro lado, el film intenta mostrar el velo bajo el cual se esconde la violencia que sufren las mujeres, en este caso las nativo americanas.

Uno de los mayores aciertos del film es el de no ir por el camino obvio, no infiltrarse por las aguas seguras del thriller de investigación en tierras inhóspitas, no forzar relaciones entre los personajes, ni mostrar a los nativo americanos como gente anclada en el tiempo de la danza a la lluvia o como simples decorados rupestres.

Wind River es una película cruda, dura, incomoda de a ratos. Como debe serlo.

Y reafirma a Taylor Sheridan -guionista de Sicario y Hell Or High Water– como una de las voces más potentes del Rural Noir.

En una tierra donde habitan pumas, arañas, toros y zorros, el animal más peligroso sigue siendo el hombre.

Recomendaciones: Si te gustó, no puedo dejar de recomendar la gran serie de historieta Scalped, de Jason Aaron & R.M.Guera, acompañados por otros ilustradores para los arcos secundarios.

Así como también recomiendo enfáticamente Winter´s Bone, ya sea el libro de Daniel Woodrell o la película de Debra Granik protagonizada por Jennifer Lawrence.