En el primer aniversario de la muerte de Damián Vives (1978-2022), fundador y gestor infatigable de este espacio y tantos otros, compartimos las palabras de su padre, Luis Vives, escritas en el mes de enero de 2022. Damián es el corazón de Evaristo, y ese corazón sigue latiendo.
Hay que esperar. No basta con hablar. Ante un silencio cargado con acción, se impone la prudencia.
El padre no olvida y calla; cuenta las espinas.
Le cuesta mantenerse en pie al toparse con aquellos caballos de barro. El hijo prefiere las luces encendidas, entre clavos y cadenas. Él reclama.
Entonces se dibuja una sombra que recorre el encierro de tentaciones.
La dignidad ahora pasa por elegir la palabra exacta, sin caer en el pantano.
El viaje de valor será el hallazgo, será el futuro después de tantas nubes tristes, después de las cabezas del MAL, de amargas constataciones, dudas y temores.
Pero, una vez más, hay que esperar.
Y hay que asumir que nunca nadie sabrá todo, mientras él siga llorando frente a un espejo roto.