Henrik Ibsen (1828-1906) es sin duda el padre del teatro moderno. Sería imposible, o al menos irresponsable, intentar concebir la dramaturgia del siglo XX sin un análisis profundo de su obra. Su aporte ha atravesado todo tipo de fronteras y se ha diseminado incluso más allá del teatro, pues su poética se instala en lo universal. La estructura impecable de sus dramas, la precisión en el planteo de los conflictos, la imposibilidad de derivar fórmula alguna de su trabajo, la presencia constante de temas como la ética y la responsabilidad política del individuo, entre otros tantos, lo convierten en un clásico.
El siglo de Ibsen ocupará un rol fundante en el devenir de la historia moderna y, como no podría ser de otro modo, encontrará en su mejor literatura un comentario lúcido acerca de las circunstancias histórico-sociales. El Romanticismo llegará, de la mano de una concepción más libre del quehacer poético, para quebrar la rigidez de la doctrina clasicista. En este escenario complejo, podrán atisbarse ya distintas corrientes entre las cuales se opondrán una búsqueda de la “pureza” del arte y una crítica conciencia social que dará origen al llamado Realismo. De este modo, incluso en esta oposición, el arte dará cuenta de la crisis por la que atraviesa la estructura burguesa.
Por su parte, Ibsen llevará al teatro, de maneras muy diversas, los conflictos de la existencia cotidiana que atraviesan el siglo XIX. Y en el devenir de su poética será posible leer el devenir del siglo XIX; he aquí su grandeza.
El trabajo que propone Henrik Ibsen y las estructuras del drama moderno consiste en un estudio sobre la obra del dramaturgo noruego que agrupa su producción (veinticinco piezas) en diferentes instancias de un complejo proceso creativo, en el que cada obra ocupa un rol diferente.
Sosteniendo que no existe “uno” sino “varios” Ibsen, Jorge Dubatti propone cuatro instancias del proceso de investigación en las poéticas teatrales del autor, las cuales se irán alimentando sucesivamente. La primera, que se enmarca dentro de los años 1849-1863 e incluye, entre otras, Los guerreros de Helgeland y Madera de reyes, nos acerca a un Ibsen joven, quizás menos conocido, y se instala en el Romanticismo, la preponderancia de su valor subjetivista, y su antirracionalismo. La segunda instancia, 1863-1873, dará comienzo con Brand, ápice del romanticismo ibseniano, a través de la cual el autor lleva al extremo su idealismo, enfrentándolo a su vez a una aguda crítica. Se trata entonces del punto sobre el que Ibsen se apoyará para poder producir el giro. Entre otros, Brand compartirá este espacio con Peer Gynt. Luego, en el período 1877-1884, Ibsen produce un cambio sustancial en su concepción del teatro, evidenciando una búsqueda prioritaria en el objetivismo, conduciendo sus artificios hacia el realismo, poniéndose al servicio de la crítica social. Y a partir de aquí, fundará las bases del drama moderno. Una casa de muñecas, Espectros, El pato salvaje, Un enemigo del pueblo son, entre otras, obras claves de este período. Por último, ya hacia el final de su producción, 1886-1899, se produce, con La casa de Rosmer, La dama del mar, Hedda Gabler, entre otras, un pasaje hacia el simbolismo, cuya poética no entra dentro del régimen de experiencia sino que construye mundos alternativos otorgándole de esta manera al arte otro estatuto de realidad. El arte es aquí una enunciación metafísica del universo: el teatro devela, en tanto misterio, su esencia.
De este modo, el libro en cuestión ofrece, bajo la coordinación de Jorge Dubatti, un recorrido por la obra del dramaturgo noruego, que reúne trabajos de diferentes autores, todos ellos miembros del Centro de Investigación en Historia y Teoría Teatral (CIHTT) y del Área de Artes Escénicas dependientes del Departamento Artístico del Centro Cultural de la Cooperación. Además, se incluye un último capítulo con diversos aspectos de la proyección de Ibsen en el teatro occidental. Una buena opción para quienes quieran asomarse a un panorama completo de la obra del genial Ibsen, dramaturgo finlandés.
Titulo: Henrik Ibsen y las estructuras del drama moderno
Coordinador: Jorge Dubatti
Editorial: Colihue
272 páginas.
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