Su ojo de editor fue mítico. Puso ante el lector argentino libros que resultaron clásicos. Su pasión de aventurero lo llevó a vincular todas las zonas de la cultura y, especialmente, impulsar la renovación musical. En su nombre se condensó una historia cultural y la fuerza transformadora de los años sesenta. Luego vendrían los años en Europa, el silencio sobre su persona. Desde hace varios años, Jorge Álvarez había vuelto a la Argentina. La Biblioteca Nacional lo convocó para dirigir una colección de libros. Allí hizo sus últimas elecciones de editor y publicó a César Aira, Germán Rozenmacher y Diego Tatián. Hoy la Biblioteca lo despide con dolor por su fallecimiento y con la melancolía que deja el roce con el transcurrir del tiempo. Sus restos serán velados en la sala Augusto Raúl Cortazar de la Biblioteca Nacional. Hoy de 19 a 23 hs. y mañana de 9 a 11 hs., desde donde partirá el cortejo fúnebre hacia el Cementerio de la Chacarita.

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Jorge Álvarez y Horacio González en la presentación de la Colección Jorge Álvarez 2013. Foto: Alejandro Moritz/Telam

Jorge Álvarez, editor literario y discográfico, uno de los principales promotores culturales de los 60 y 70, visionario, irreverente y audaz, falleció anoche, a los 83 años, luego de una semana en coma farmacológico.

Creó los míticos sellos Mandioca y Microfón -conocido como Talent-, con los que descubrió a Vox Dei, Tanguito, Pappo`s Blues, Miguel Abuelo o Moris y grabó álbumes emblemáticos como «Artaud», de Almendra, y «Pequeñas anécdotas sobre las instituciones», de Sui Generis.

David Viñas, Manuel Puig, Rodolfo Walsh, Félix Luna, Marta Lynch, Leopoldo Torre Nilsson y Quino fueron algunos de los nombres que pasaron por la editorial que llevó su nombre desde 1963.

Luego creó «De la Flor» con Daniel Divinsky, nombre tomado de la exclamación de la desaparecida Pirí Lugones, nieta de Leopoldo, cuando escuchaba el proyecto: «Entonces lo que ustedes quieren es una flor de editorial», había dicho ese 1967 cuando escuchaba sus intensiones.

El exilio llegó en 1977 cuando lo acusaron de contestatario pero no el silencio, durante sus 34 años en España -regresó a Argentina en 2011- creó los exitosos grupos pop Mecano y Olé Olé, de venta masiva en los 80; y luego produjo a Joaquín Sabina y Manolo Tena.

Retornó a la Argentina a los 79 años para reinventarse como editor, esa búsqueda que siempre lo motorizó aquí y allá, y para reiniciar su tarea en la tierra que lo vio partir. Cuando en una entrevista le preguntaron cuál fue el secreto para diferenciarse de otras editoriales, él contundente respondió: «Arriesgarme, simplemente».

En marzo de 2012 la Biblioteca Nacional llevó adelante la exposición «Pidamos peras a Jorge Álvarez», con curaduría de Guillermo David y de cuya presentación participaron Ricardo Piglia, Jorge Álvarez, Horacio González, León Gieco, Nito Mestre, Rogelio García Lupo, Miguel Grinberg, entre otros.

Editorial Jorge Álvarez / Colección Jorge Álvarez

Bajo el sello Editorial Jorge Álvarez publicó entre 1963 y 1968 a Rodolfo Walsh con Un kilo de oroLos oficios terrestres y Operación masacre; el primer libro de relatos de Ricardo Piglia La invasión; la obra inaugural de Manuel Puig La traición de Rita Hayworth y fue responsable del debut novelí­stico de Juan José Saer con Responso.

En ese lapso de siete años publicó alrededor de 300 libros que marcaron un hito en la literatura argentina y latinoamericana con nombres como David Viñas, Félix Luna, Marta Lynch y Leopoldo Torre Nilsson, al tiempo que logró algo sin precedentes: que los lectores reclamaran los libros por el nombre de la editorial y no de sus autores.

Cultor de desacralización del libro -«editar un libro es lo mismo que hacer zapatillas»-, Álvarez fue también fundador de la mítica librería de la calle Talcahuano 485, un epicentro de tertulias literarias y musicales del momento, donde confluyeron Rodolfo Walsh, Pirí Lugones, Germán García y David Viñas, entre otros.

En la convicción de que el notable editor puso su sello a una época entera, inventando, más que publicando autores y demostrando el papel que puede jugar un editor en la organización de la cultura, a finales de 2013 la Biblioteca Nacional inició también la publicación de la Colección Jorge Álvarez.

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Jorge Álvarez

La elección de los autores publicados no fue fortuita, Rozenmacher fue el hombre con el que Alvarez inauguró su sello editor en 1963, marcando el rumbo -osado para la época, y vanguardista- que desarrollaría hasta su exilio en plena dictadura militar.

«Cuando inicié mi editorial dependía sólo de mí, pero esta colección tuvo el respaldo de la Biblioteca Nacional y entonces pude hacer emprendimientos más difíciles, sólidos y que llevará más tiempo», afirmó Alvarez en un tono cálido que mezcla con la cadencia que le dejaron tres décadas en España, adonde también dejó una huella ineludible.

«Con apoyo y dinero para hacer las cosas muy bien quedan tomos como los que tengo entre mis manos, 900 páginas con la obra completa de Rozenmacher», dijo el responsable de un legado que incluye la edición de obras emblemáticas como «Artaud», el sexto álbum de Almendra, grupo que lideraba Luis Alberto Spinetta.

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Se trata de una merecida publicación, porque, «pobre, Rozenmacher tuvo una infancia desgraciada; una muerte infeliz por culpa de una estufa que no funcionaba bien; y con 30 y pico de años escribió obras excelentes, cuentos maravillosos, se transformó en un muy buen periodista y sobre todo habló sobre ser judío en Argentina de una forma que yo admiro, con cariño».

La edición suma cuentos, obras de teatro, guiones de TV y artículos periodísticos de Rozenmacher, retomando la marca que había dejado con `Cabecita negra` -relato de percepción de época: burguesía acorralada vs desborde popular- que devino hito editorial con dos tiradas agotadas en poco más de un año, a pesar de lo ignoto de su autor.

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«Aira responde a una razón sencilla -continuó Alvarez-, no lo había leído en mi vida y enterado de su existencia leí 15 novelas suyas; es un escritor potente y poderoso así que lo llamé, le dije que quería editar un libro suyo que fuera una síntesis de otros, me dijo `te quedarás con las ganas`, le pregunté que me iba a dar entonces y me contestó: `Te voy a dar tres cuentos inéditos`».

jorge alvarez y guillermo David

Jorge Álvarez junto a Guillermo David en la Biblioteca Nacional

 

 

Jorge Álvarez dejó una huella indeleble en la cultura nacional e hispanoamericana, desde Evaristo Cultural levantamos una copa a su memoria.

Fuentes: Télam/Biblioteca Nacional

 

 

 

Sobre El Autor

Damián Blas Vives es actualmente es Director de Gestión y Políticas Culturales de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Entre 2016 y 2020 coordinó el Centro de Narrativa Policial H. Bustos Domecq de dicha institución y antes fue Coordinador del Programa de Literatura y editor de la revista literaria Abanico. Dirigió durante una década el taller de Literatura japonesa de la Biblioteca Nacional, que ahora continúa de manera privada. En 2006 fundó Seda, revista de estudios asiáticos y en 2007 Evaristo Cultural. Coordina el Encuentro Internacional de Literatura Fantástica y Rastros, el Observatorio Hispanoamericano de Literatura Negra y Criminal. Ideó e impulsó el Encuentro Nacional de Escritura en Cárcel, co-coordinándolo en sus dos primeros años, 2014 y 2015. Fue miembro fundador del Club Argentino de Kamishibai. Incursionó en radio, dramaturgia y colaboró en publicaciones tales como Complejidad, Tokonoma, Lea y LeMonde diplomatique. En 2015 funda el sello Evaristo Editorial y es uno de sus editores.

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