Nacida como banda virtual y tras varios años de andadura vindicando la canción popular y la hibridación de influencias, Oníricos se prepara para pegar el salto a los shows en vivo. Conversamos con Armando Tabacchi, cabeza del proyecto y principal cancionista.

Fotografías de Diego J. Ciuffo

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¿Cómo surge el proyecto Oníricos?

Soy básicamente un cancionista compulsivo y, Oníricos, surge como una derivación de esas canciones que venía produciendo solo en mi home estudio, después de varios proyectos con bandas y de otra idea un tanto pretenciosa que realizamos con varios músicos amigos intentando armar una especie de grupo de producción, que luego no prosperó porque no generó recursos en el corto plazo.

En mi familia, somos muchos los músicos, y finalmente uno de ellos, Juan Manuel Rigo, se convirtió en mi socio, era quien me ayudaba a completar la cantidad de canciones que yo iba produciendo y, finalmente, las mezclaba para subirlas a mi sitio en la web.   Con el paso del tiempo le propuse, directamente, darle un nombre al proyecto porque me sonaba demasiado yoista la cuestión, cuando él laburaba en pos de este proyecto tanto como yo y era un complemento ideal para mi trabajo. Justamente ahí nace Oníricos, pero como una especie de banda virtual, siempre apuntando, no a un proyecto de propalar a la banda con actuaciones en vivo, sino sólo vía web y ofreciendo, a la vez, esas canciones a distintos productores y/o bandas o cantantes sin material. Así fue que el material de Oníricos se empezó a oír, en particular en el sitio Soundcloud donde tenemos plantada la mayor semilla y en otros lugares como Bandcamp, Comunidad Fusa o You tube.  En conclusión, hace ya cuatro años que estamos difundiendo este material vastísimo en estos sitios y, a principios de este año, decidimos empezar a mostrarlo en vivo, para lo cual trasformamos el proyecto virtual en algo que también, como sucede usualmente, pueda apreciarse en vivo.

¿Quiénes te acompañan en la banda?

Mirá, en principio queríamos mostrar las canciones en una forma absolutamente despojada, casi a la vieja usanza de los dúos acústicos, pero en el impulso sucedió que, los músicos amigos a los que les comentábamos, querían sumarse al proyecto. Hoy por hoy estamos ensayando el material elegido con Silvia Cruspeire en bajo, melódica y voces, Carlos Wernecke en percusión, guitarras, armónica y voces, Juan Manuel Rigo en guitarra y voces y yo en guitarra y voces, también. No nos hemos apartado de la idea un tanto intimista ya que, en esta primera instancia, no existe la veta más eléctrica, pero también contamos con la participación en teclados de Leandro Tavella y Miguel Ángel Lops. La particularidad de Oníricos es que nosotros lo llamamos un proyecto colectivo ya que muchas veces sucede que vienen a grabar músicos amigos que se suman a este proyecto un tanto extraño, por eso no puedo dejar de nombrar a Octavio Cavalli, a Oscar Dionisi o, de nuevo, a Miguel Ángel Lops, que a menudo graban en temas de Oníricos

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¿Cómo surge el nombre del grupo?

Tiramos un par de nombres con Juan; vale aclarar que tengo una particular obsesión con los sueños y quería darle una vuelta por ahí y, buscando, empezamos a jugar con la palabra onírico, combinándola con otras, pero finalmente concluimos con que Oníricos, a secas, era lo mejor.

¿Contanos un poco tu recorrido musical?

Comencé en la secundaria, a los 16 años, solo. Ya había tenido algunas experiencias cantando y, al tomar contacto con la guitarra, de inmediato me largué a hacer canciones. Tocaba, como te conté, muchísimo solo, canciones de Silvio Rodríguez, de García, el Flaco; mucho de la trova rosarina, y metía algunas canciones mías. No tuve banda hasta los 24, cuando terminé la facu y, de inmediato, con el nombrado Carlos Wernecke (hoy en Oníricos), con quien veníamos, componiendo y juntando muchísimas canciones, armamos Marlene, que luego derivó en Tester. A finales de los 90 dejo la banda y vuelvo a moverme solo siempre haciendo canciones. Recién en el ´95 me junto con otros músicos y armamos Cuadros, que luego se convirtió en Presas del Deseo, esto abarcó un periodo de cuatro años. Desde entonces soñaba con producir mi propia música en otro ámbito, EL ESTUDIO, encaró este camino desde el año 2000; ya a partir de esta época más enfocado en la producción y composición, aunque se diera ocasionalmente el vivo. En ese camino tuve la oportunidad de producir la música de una obra de teatro, IN MEMORIAM, que fue un homenaje al desaparecido Alejandro De Michele quien supo ser el cantante y compositor principal del dúo Pastoral, muy reconocido en los años 70. Así llegamos a este presente.

¿Quiénes son tus referentes musicales nacionales y extranjeros?

Soy melómano desde muy chico , tengo cincuenta y un años, así que son muchos oyendo música, y mucha me ha influenciado profundamente, si bien uno tubo sus orígenes en el rock y el pop, por sobre todo, en mi caso, con los Beatles, Beach Boys, Carole King,  Queen, ELO, Wonder , el Elton John de los ´70.  Aparte de eso, tengo impregnado todo el Rock vernáculo, llámese Spinetta, sobre todo, García, Cerati, mucho de lo que vino de Rosario y, en otros géneros, por sobre todo compositores de tango, más que un artista determinado, en folklore Cuchi Leguizamón, Carnota; hay dos referentes determinantes en lo mío, de la música de Brasil: Djavan y Caetano Veloso, Amo la música que generan en Brasil , también incluso yendo  a otros extremos, el bolero, con  Manzanero, y todo lo inherente a la canción americana clásica (american song book), empapada del jazz, mucha gente que admiro, que seguramente se denota con claridad. Es decir, si vos oís  Oníricos, el material se hamaca entre el rock, el  pop, el  soul, el  funky, el blues, el folklore (mucho últimamente), boleros, folk, baladas, en fin, todo lo que pueda asumir formato de canción, pasado por una licuadora propia.

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¿Cómo ves el panorama musical actual? ¿Qué voces te convocan?

Mirá, oigo constantemente muchísima música nueva. Si bien en el caso local, lo que se escucha, en lo que podríamos de algún modo llamar mainstrem, no me atrae demasiado, salvo, los que vienen desde atrás, como Pedro Aznar, Aca Seca, Rubén Goldin y algunos otros, existe un movimiento más under, más de producción independiente, con discos auto gestionados, que realmente me sorprende, es más, te diría sin temor a equivocarme, que es uno de los más fuertes que se ha dado localmente. Con una variabilidad de estilos enorme, ya se trate de rock, pop, folklore o tango. Te puedo nombrar, por ejemplo, al movimiento que se ha dado en Mendoza, donde no dejan de salir solistas de un talento enorme: Juan Farre, Leandro Lacerna, Leo Costa, Migo Scalone, por citarte algunos; en Córdoba con Lucas Heredia o Martin Rodríguez; en La Plata con Tropel al comando de Lucas Vanza; en Capital gente talentosísima como Lautaro Camacho, Guido Spina, Germán Suane o incluso, si te vas al Rock ya mas hardcoroso, tenes a Camus Rock; en fin, lo veo fértil, productivo, se puede oír por todos lados el material de esta gente que te nombre, que son sólo una parte que se destaca enormemente; pero insisto, todo es autogestión, el hágalo usted mismo, ensaye, toque, grabe, toque mucho más y más y, después, se verá…

¿Cómo sigue Oníricos?

En realidad, lo primero en el horizonte y sin una fecha determinada es tocar en vivo, suponemos que para octubre, en este momento estamos ensayando el material que presentaríamos en vivo. Y hay proyecto de plasmar en un disco el material más cancionero, que será el repertorio de Oníricos en vivo, tomando como base lo ya grabado y otro proyecto más que puede ser dentro o fuera de Oníricos, con Silvia Cruspeire, en una línea con aires folklóricos.

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Más allá de eso, la web -donde ya se pueden oír más de doscientas canciones- seguirá creciendo, porque el hecho de tocar en vivo no modificará esto de subir el material que escribo. En este punto reconocemos que es algo extraño porque no se trata de discos sino de demos bien trabajados. Es otro enfoque del trabajo de un artista, así como hoy por hoy hay muchos pintores que, por ejemplo, suben sus obras a una web, Oníricos produce y muestra el material: es como decir “ahí está, QUIEN QUIERA OIR QUE OIGA”. Así que simplemente los invitamos a conocernos en https://soundcloud.com/armando-tabacchi, o en nuestra página de  Facebook.

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Sobre El Autor

Damián Blas Vives es actualmente es Director de Gestión y Políticas Culturales de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Entre 2016 y 2020 coordinó el Centro de Narrativa Policial H. Bustos Domecq de dicha institución y antes fue Coordinador del Programa de Literatura y editor de la revista literaria Abanico. Dirigió durante una década el taller de Literatura japonesa de la Biblioteca Nacional, que ahora continúa de manera privada. En 2006 fundó Seda, revista de estudios asiáticos y en 2007 Evaristo Cultural. Coordina el Encuentro Internacional de Literatura Fantástica y Rastros, el Observatorio Hispanoamericano de Literatura Negra y Criminal. Ideó e impulsó el Encuentro Nacional de Escritura en Cárcel, co-coordinándolo en sus dos primeros años, 2014 y 2015. Fue miembro fundador del Club Argentino de Kamishibai. Incursionó en radio, dramaturgia y colaboró en publicaciones tales como Complejidad, Tokonoma, Lea y LeMonde diplomatique. En 2015 funda el sello Evaristo Editorial y es uno de sus editores.

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