Una premisa falsa, “las mujeres no escriben ciencia ficción”, otra, “ya no se escribe, ni publica ciencia ficción”; devienen impulso, se convierten en un hecho que tira por tierra las afirmaciones de quienes no tienen a la vista a las mujeres alucinadas capaces de sumar doscientos cinco relatos de ciento ochenta autoras. Tantas mujeres escribiendo ciencia ficción que resulta obligado elegir. El libro editado por Cristina Jurado y Leticia Lara,  contó con el apoyo de lectores de todo el mundo que ayudaron a recaudar fondos para la edición en inglés de este material y lleva el prólogo de Ann Vander Meer. Alucinadas nace del aporte de escritoras de doce países diferentes, convirtiéndose en un registro y una muestra efectiva de la cantidad y calidad de la producción de ciencia ficción a cargo de mujeres. En nuestro país aparece por Ayarmanot, el sello editorial liderado por la escritora Laura Ponce -quién también participa con un texto. 

El libro cuenta con múltiples variantes de la ciencia ficción, distintos temas abordan las diferentes autoras. El ser humano y su vínculo con la naturaleza prima en estas variables. Accedemos a la posibilidad de conocer todas las versiones de nosotros mismos a través de las posibilidades de nuestra vida, viajando en el tiempo y el espacio, tentador, pero aquí también se presenta de modo sufrido.  En otro relato podemos ver el cambio de paradigma a la hora de pensar los nuevos desafíos que el género literario presenta a la ciencia. Nuestras ficciones ya nos han llevado a habitar otros planetas, será sobre ellos que arrasaremos ahora, o por lo menos lo intentaremos. Para la Ciencia Ficción somos animales capaces de arrasar con todo aquí y en el resto de la galaxia.

Hay un triunfo del desprejuicio y del aggiornamiento social y político que se hace presente en la narrativa femenina. Las autoras no se quedan en la moral judeo cristiana, ni siquiera a grandes rasgos, no escriben desde el mandato hegemónico que aún en el presente intentamos derribar, no se expresan desde la cosmogonía dominante coetánea de la actualidad. Sus mentes son de avanzada y creo que ahí es donde se hace presente la autoría de género. Aunque resulte contradictorio a simple lectura sostener que el género femenino es quien derriba con absoluta naturalidad los cánones de asignaciones biopolíticas que nos rigen. Por otro lado es llamativo que en algunos relatos el amor se da entre hombres, no hay mujeres amando, y los padres que aparecen aman a otros hombres. En algún caso sí encontramos a un hombre atraído por una mujer, pero amar, se aman entre hombres, como en la antigua Grecia. Un encuentro entre el pasado y el futuro. A los largo de los textos este rasgo no se hace tan presente, pero en el orden en que aparecen los cuentos, es un dato que hace presente

Por el contrario, otra de las historias aborda una realidad donde androides reemplazan a las trabajadoras sexuales. Aquí, lejos de las actuales luchas por la legitimación del trabajo sexual -no sólo de la prostitución, sino asistencia sexual para personas con discapacidad, por ejemplo-, la sociedad sigue negando la posibilidad del cuerpo como fuente de trabajo, que pueda ser elegida por algunxs, lejos de la explotación esclavizante que se denuncia como trata, sino como trabajo que también debiera generar la posibilidad de una jubilación digna, una obra social, el pago de impuestos y la emancipación del sexo asalariado del campo de los tabúes.

Ante futuros poco promisorios, todo presente es menos malo.

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Algunos teóricos afirman que la ciencia ficción desaparecerá, ¿qué cree al respecto?

En tanto la Ciencia Ficción es una forma de especular acerca del futuro y la forma en que podemos afrontar los cambios, creo que nos acompaña desde la antigüedad y nunca va a desaparecer. Lo que sí puede pasar (y ya está pasando) es que cambie sus formas y los temas en los que hace foco. Dado el vertiginoso avance de la tecnología, la CF se ocupa cada vez más del futuro cercano, de la biotecnología, de la contaminación, del papel de la tecnología, de los medios de comunicación en la política o la guerra moderna; cada vez es más difícil diferenciar un tecnotriller de un relato realista o de algo que podría aparecer en las noticias mañana mismo. Miquel Barceló alguna vez dijo que “podríamos vaticinar la muerte de la ciencia-ficción por disolución en el contexto». No creo que vaya a desaparecer sino que será cada vez más difícil diferenciarla de planteos de la realidad cotidiana.

¿Qué creés que distingue a la ciencia ficción de autoría femenina, de la ciencia ficción de autoría masculina?

En el caso puntual de la ciencia ficción, se suele decir que la de autoría femenina se distingue por contener descripciones más ricas y complejas, diseños de personajes más profundos y tramas con más matices. Sin embargo, la diferencia fundamental es lo mismo que distingue cualquier obra de autoría femenina de otra de autoría masculina: una cuestión de punto de vista. En la sociedad en la que vivimos, tenemos determinadas experiencias y somos educad@s de un modo determinado a partir de los genitales con los que nacemos. Incluso antes de que tengamos uso de consciencia nos forman en el género: nos visten de rosa o de celeste, nos enseñan que hay comportamientos adecuados o permitidos según el género y otros que no: “las nenas no pelean”, “los varones no lloran”; nos enseñan que existen tareas, roles, actitudes, masculinos o femeninos y que está mal intercambiarlos, y desde ese lugar vivimos toda nuestra vida. Incluso si lo cuestionamos, si tomamos otras tareas o actitudes, o directamente si cambiamos de género, la experiencia nunca va a ser la misma a si hubiéramos sido tipificados dentro del otro sexo de modo “natural”, desde el nacimiento. Cómo no va a dar como resultado puntos de vista diferentes?

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Una escena que se presenta en las ficciones, es el hombre ya instalado a lo largo de la galaxia ¿creés que falta mucho para que vivamos este escenario?

No creo que ese escenario llegue a darse, por la misma razón por la que no hay ciudades en la Luna, siendo que se llegó a ella hace casi 50 años, ni en el fondo del mar, donde las condiciones no son muy diferentes a las del espacio exterior y serían más fáciles de mantener y aprovisionar. Para que los humanos se instalen en otros planetas, además de mundos adecuados (que no abundan) se necesitarían avances tecnológicos (nuevos materiales, medios de propulsión, soporte vital) y una cuantiosa inversión de recursos, lo que no sucederá sin la decisión política y económica de dedicarse a ello. Para que exista tal decisión, tendría que haber una poderosa motivación, la promesa de un gran rédito político y/o económico, y en la actualidad eso no existe.

Los futuros que aparecen en las narraciones plantean escenarios tecnológicos e intergalácticos pero también nuevas morales ¿Creés que la aceptación de la diversificación de género es un tema recurrente en estas mujeres alucinadas, por algún motivo particular?

Creo que es un tema que siempre atrajo a quienes escriben ciencia ficción. Las especulaciones y prospectivas no se refieren sólo a aspectos tecnológicos y científicos, sino también políticos y sociales, antropológicos. La moral es una construcción social, un modelo  consensuado acerca de qué está bien y qué está mal; es lógico pensar que podría cambiar (ya lo está haciendo) y es deseable que sea hacia una variante más amplia e inclusiva

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Además de Ediciones Ayarmanot, dirigís Revista PROXIMA. ¿Se dedican especialmente a la literatura escrita por mujeres?

Tanto la editorial como la revista se dedican a la ciencia ficción y el género fantásticos escritos actualmente en castellano. No se enfocan específicamente en la escritura femenina o producida por mujeres (que no es exactamente lo mismo), sino en la difusión de lo menos conocido, lo que se produce en los márgenes o donde no se espera que esté, y en ese sentido publicamos tanto autoras como autores. El año pasado tuvimos un número especial (PROXIMA nro.26) dedicado al tema de renacimiento, que entendí como algo eminentemente femenino, y por lo tanto pensé el número como hecho íntegramente por mujeres; aunque estaba pensado desde el año anterior, su salida en junio coincidió con la marcha del #niunamenos, lo que lo resignificó; sin embargo, esa fue la única vez en que hice deliberadamente una elección respecto al género de quienes escriben el material que publicamos.

 

 

 

Sobre El Autor

Nació en 1986, rata porteña del sur de la ciudad. Trabaja desde hace doce años en Museo Nacional de Bellas Artes, en la actualidad como educadora. Es profesora de teatro y se forma como Docente en Lengua y Literatura.

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