Según se articulan las combinaciones de palabras, al igual que ocurre con los acordes en la música, se va generando cierta tensión y algún reposo, en esta conexión que nos propone Juan Baroutian.
También es cierto que hay palabras que asoman con insistencia; entre ellas, rescato: pensamiento, ojos y alma; “la entidad de las palabras”. Y toda referencia a la muerte, aun simbólica. Y sucesivas alusiones a la naturaleza entendida como un todo.
Una diversidad comprendida en tiempos y espacios. La raza humana en relación con su entorno.
Una dinámica que se orienta a quebrar la armonía de la vida en general.
Una idea de alteración, de ruptura y hasta de perdición.
Paisajes que se imponen entre líneas: paisajes naturales y a la par, humanos. Paisajes culturales.
El libro se divide en tres partes: Raptos / Katá / Kátoptros.
“Hunde su dibujo otro derrumbe.
Es la avidez hoy en la mañana de la piel,
de la medianoche dándote a la pesadilla.
Al tacto de oquedad tras oquedad
flota el azufre, corazón manso de la vida,
al propagarse ave en un flujo
de dos horizontes
que te pierden,
que te resignan.
Sujeta los temblores
con la fuerza de fingir,
en otro sosiego
han de beber tus aplomos.
Tan lejos de los jardines,
tan lejos
lo que más amamos,
intentar vivir cada vez
fulminará para siempre”.
“Hay una nueva cabeza
donde asoman los ojos del inicio
y el fuego inverso que retorna.
La innumerable expolición
con quien comparto el alma,
con quien comparto el sueño.
Un tejido que alucina arpegios,
el oleaje del elixir
en los ojos del oráculo
que me cura con los ojos.
La nota continua del fluir del agua
que es lenguaje de la sed.”
“Gira en el piso inconmensurable,
la construcción de colores impenetrable,
abandonada en el pensamiento,
la construcción de las venas celestes,
de los brazos muertos,
que perturba el orden del tiempo,
no interpretada en la mente,
muda en la noche, no presentida,
que actúa dormida
la vida del hombre.
Anclar esta máquina extraña
en movimiento de ensueños,
tomar contacto con ella,
la maquinaria más viva que nunca, fondear
el oráculo de las visiones,
hacerse uno con ellas.
Hundir cada nota en el verbo,
describir el encanto que se inocula,
el poema”.
“Escucha el rumor de los pastos largos
que hacia arriba flamean distantes,
las primeras letras del verso
que formarán la palabra,
formarán el nido.
Exagera el viento el día
de un modo poco habitual,
su incendio azul que llena cada suspiro,
un reino que aconsejan no hollar
que se acerca
por el rabillo del ojo.
Madre de todos los miedos
de este día agitado,
de la cara de hoy.”
Título: Raptos
Autor: juan Baroutian
Editorial: Alción Editora
90 págs.
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