Añoranza. Evocación de un tiempo espiritual, como un llamado a revivir interiormente.
Recuerdos e implicaciones. La memoria, la mirada. Y un cambio de ubicación.
Un viaje; el observador que visualiza las huellas del pasado, con idea de acercarse, de aproximarse y apoderarse de un tiempo transcurrido, tal vez marchito. “El tiempo de una linterna mágica”.
“Los juguetes y los dolores de la infancia”. Candor. Inocencia. Blancura.
Y el momento preciso, el del instante. El mismo instante y todos los instantes. El estadio del espejo.
Punto de luz y aparente oscuridad. Fotos de la nevada. La apariencia exterior. Lo blanco y negro.
Alegría y lejanía. Dilatación y contracción del corazón. Latidos; “pulso de la tarde”. Atardecer.
Un paisaje natural observado desde otro paisaje, el cultural. Y otra memoria súbita, otra burbuja, otro límite, otro ritmo y, otra vez, otro tiempo. La eternidad y el silencio; la pena y el misterio.
Una conexión; acción, espacio y magia. Una percepción. Sensaciones, emociones, sentimientos.
Otoño y lápida. Árboles, pájaros y nidos. Niños que duermen y viejos que despiertan.
El cantar de los nibelungos; el punto débil. Las walkirias deleitando con su belleza.
“el ritmo interior de las imágenes”… “la prueba de soledad en el paisaje”.
Y aquí se asoma el poeta japonés, Kobayashi Issa; “Un mundo de dolor y de pena”. Y sus frases:
“Las flores de cerezo que tanto me embelesaron desaparecieron de la tierra”
“Cubierto de mariposas el árbol muerto florece”.
Y, ahora, cerramos esta breve reseña de Ritornelos, de Arturo Carrera, transcribiendo su página 27.
“Y se acerca, se desnuda con todo su desparpajo,
es un sueño en plena calle, nadie lo sostenía,
excepto yo: inferior a su belleza, y nos penetra
con su emoción. A la luz de las lámparas,
que en Malmö están contra las ventanas sin cortinas
como para iluminar el mundo,
…vi una especie de sangre o florecillas, malvones
o verbenas sobre un adoquín ensangrentado.
Las mismas verbenas que en el campo hacían
con sangre el rulo y con perfume la armonía.
aquí son el teatrito petrificado de la desesperación.
Que también allá en el campo venía con el viento.
Para que nos fuéramos en ellas.
Para que yo fuera feliz.”
Título: Ritornelos
Autor: Arturo Carrera
Editorial: Audisea
82 págs.
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