En diez planetas Yuri Herrera, tal vez una de las voces más interesantes de la narrativa hispanoamericana actual, destila perlas, pequeñas gemas, que configuran miniaturas de metaficción para dibujar el panorama literario latinoamericano y nuestra realidad como margen. Se suceden ideas capaces de disparar debates filosóficos, metafísicos, delirios, alucinaciones, momentos de non sense y hasta escenas que podrían formar parte de cualquier capítulo de Rick & Morty o, en el caso de EL TERRÍCOLA, recordarnos el mejor episodio de Futurama; pero todo está recorrido por un sesgo de unidad dado por cierta desesperanza lúcida.
En las narraciones se suceden escenarios que podríamos encontrar en las ficciones de P. K. Dick, pero sin la carga de paranoia o de denuncia urgente sino más bien paisajes como el del relato EL OBITUARITA, una crónica de nuestro naufragio social escrita sin rencor, desde el despojo que causa lo inexorable. En varios relatos aparecen variaciones de la experimentación de la soledad en el mundo contemporáneo. Otros nos recuerdan la melancolía del mejor Bradbury, como EL COSMONAUTA. Sobrevuela las paginas la certeza de que somos nosotros el problema como en la parábola titulada CASA TOMADA (Sin contar la valentía de reutilizar tan canónico título), pero son muchas las fuentes inspiracionales con las que el autor dialoga y subvierte. En todo caso, Yuri pareciera conocer ya el final de la partida y anticipar el desatino de su ausencia de sentido ontológico y, sin embargo, continúa generando su ambigua y particular belleza con su mano de naipes, aunque la misma esté marcada por el banal desconsuelo.
Título: Diez Planetas
Autor: Yuri Herrera
Editorial Periférica
129 páginas
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