Xavier Dorison, Ralph Meyer y Caroline Delabie siguen explorando las posibilidades del género en esta tercera entrega de UNDERTAKER en la que este thriller western que viene rompiendo moldes se inserta de lleno en un gótico americano ambientado durante y en los años siguientes a la guerra de la secesión.
La señorita Praire y la china Lin se han convertido en las improbables socias de negocios del enterrador, un hombre que intenta escapar de su pasado, pero éste se resiste a abandonarlo. En esta oportunidad será en la forma de Jeronimus Quint, el llamado “Ogro de Sutter Camp” como la culpa arrastrará a Jonah a tratar de revertir uno de sus errores en la guerra. Jeronimus Quint fue cirujano en el frente, pero aprovechó el conflicto para indagar, cual Víctor Frankenstein, en distintas posibilidades de hacer avanzar la ciencia, mutilando a un sinfín de soldados heridos, prisioneros sanos e incluso población civil.
Undertaker intentó detenerlo pero el ogro se transformó en ese momento en una alternativa y la cuenta de muertos desde entonces suma en la conciencia de ambos.
Un viejo colega llama al enterrador, se ha pasado la vida persiguiendo a Quint y finalmente lo ha encontrado, queda saber si Undertaker y sus compañeras estarán a la altura del enfentamiento.
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