Miguelanxo Prado elabora una fábula ecologista en donde echa mano de elementos del folklore y la religiosidad tradicional (un panteísmo naturalista) y los mestiza con elementos del género fantástico.

Hubo un momento en que la magia y la humanidad supieron convivir en armonía en Gaia. Las distintas familias de seres mágicos pactaron defender esa joven y curiosa especie y los ayudaron a evolucionar en los descubrimientos del mundo natural. Pero el potencial de desarrollo de los humanos pronto se vio desbocado y no supieron medir las consecuencias. La magia comenzó a enfermar y los mágicos se vieron divididos en dos castas, los Demonios y los Puros. Los primeros propusieron exterminar a esa desagradecida especie de monos glorificados y los segundos quisieron mantener la alianza primitiva y defenderlos. En esa dicotomía muchos mágicos perdieron la vida, otros se mestizaron con la raza humana y los pocos que quedaron de ambos bandos firmaron el pacto del letargo, esperando el momento indicado para recuperar el equilibrio natural. Pero algo ha interrumpido el letargo antes de tiempo y la vieja dicotomía vuelve a hacerse carne.

Con El pacto del letargo Prado se suma a autores del noveno arte como Jirō Taniguchi o Alejandro Jodorowsky o los llamados ensayistas de la Cadena aurea, como Patrick Harpur, en una voz de alerta frente al desastre ecológico.

La obra también explora las mendacidades del mundo académico, anquilosado y plagado de arribistas y ventajeros, con conexiones y cintura política, pero de ideas inertes que por temor o ignorancia suelen interferir y coartar las careras de los individuos con vocación y espíritu.

Con respecto al arte, se trata de uno de los mejores trabajos de Prado al momento, lo cual es decir demasiado, los escenarios naturales están plasmados con una belleza y una armonía conmovedora mientras que logra también la perfección en la gestualidad de los personajes.

 

 

 

 

 

Sobre El Autor

Damián Blas Vives es actualmente es Director de Gestión y Políticas Culturales de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Entre 2016 y 2020 coordinó el Centro de Narrativa Policial H. Bustos Domecq de dicha institución y antes fue Coordinador del Programa de Literatura y editor de la revista literaria Abanico. Dirigió durante una década el taller de Literatura japonesa de la Biblioteca Nacional, que ahora continúa de manera privada. En 2006 fundó Seda, revista de estudios asiáticos y en 2007 Evaristo Cultural. Coordina el Encuentro Internacional de Literatura Fantástica y Rastros, el Observatorio Hispanoamericano de Literatura Negra y Criminal. Ideó e impulsó el Encuentro Nacional de Escritura en Cárcel, co-coordinándolo en sus dos primeros años, 2014 y 2015. Fue miembro fundador del Club Argentino de Kamishibai. Incursionó en radio, dramaturgia y colaboró en publicaciones tales como Complejidad, Tokonoma, Lea y LeMonde diplomatique. En 2015 funda el sello Evaristo Editorial y es uno de sus editores.

Artículos Relacionados

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.